martes, 10 de abril de 2012

pecios

Esto no es agradable para mí, pero menos agradable resultaba verlas agonizar. Mejor aquí como pecios que fumando como locas en el limbo de los borradores. ¿De qué iban?


En una quería defender que “Control” (Anton Corbijn, 2007) es la mejor película del siglo, en la segunda proponer un epigrama sobre la forma en que la ciudad de Ginebra te hace sentir solo, en la tercera desarrollar la idea de que es más difícil sobreponerse a la felicidad que a la desdicha, una cuarta hubiera tenido forma de diario y contaba con un apunte: “deambulaciones vespertinas: inspecciones indisimuladas al interior de viviendas holandesas", culminaría la entrada un poema sobre la exposición de uno mismo en las redes sociales ¿el título? “soy una casa holandesa” ¿otros temas? la soledad nocturna, las cristaleras, la ausencia de cortinas y de calefacción humana, los textos sobre el asilo, la emigración, el refugio o el exilio, el candor, las liliáceas, el museo kroller-múller, los usos de un flâneur periférico, en la cabeza un verso: “ya no traspaso errante el himen de las ciudades”.
fotograma de "control" (anton corbijn, 2007) pobre, pobre curtis

La quinta malograda parecía una de esas personas tristes que desde que se prohibió fumar en los bares no saben dónde acodarse, pretendía llamar a una foto arbocielos y hacerla parecer unos pulmones ¿tenía pie de foto la foto? Sí: “(…) por encima del arbocielo, luego, titilantes estrellas devoradas de húmedolandesa fruta azul nocturna”.
Photo: "Arbocielos" García Cívico, J., Nijmegen, 2012
“(…) por encima del arbocielo, luego, titilantes estrellas devoradas de húmedolandesa fruta azul nocturna”
Una sexta entrada hubiera versado sobre un recuerdo improbable de mi infancia: el suelo constelado de monedas de 25 pesetas asomando su aleta de plata entre la grava en el solar de la casa de mi abuela (entonces simplemente el solar).  ¿Que qué pretendía la séptimaª? recordar los tres conocidos tipos de temperamento: a) político; b) científico; c) artístico; quizás habría completado tres columnas con nombres de personas que creo conocer bien. Una entrada (la octava) disfrutaba de título: "Eclipses de la razón: de Luckacs a de Guindos", foto de Hannibal Lecter y explicación desde las tesis menos complejas de Niklas Luhman acerca de cómo el subsistema es el único capaz de arreglar el subsistema (igual que un asesino sirve para dar caza a otro asesino). En una novena entrada se hubiera referido el bloguero a "El loro de Flaubert" el libro de Julian Barnes, a la música de Mazzy Star, a por qué guardó en su día sin leer "El idiota" de Dostievski en una caja de plomo del trastero a salvo de la juventud, la humedad y el polvo, al aterrador, por profético, argumento de "El testamento del doctor Mabuse" la estupenda película de Fritz Lang, a lo difícil que resulta decidir quién fue más dulce si la voz de Wendy Morgan la cantante de los popguns al final de "where do you go" o Alex Taylor la cantante de the shop asistants en la versión de "will you love me tomorrow'", al lóbulo frontal como inhibidor de respuestas inadecuadas.

elijo wendy morgan
El décimo borrador, un concurso: buscar foto del escritor egipcio aceitunado como yo, igual mano temblorosa y de nariz parecida a la que gasto, ese, ese que dijo aquello de que cuando uno es capaz de reírse de lo que le pasa ningún hombre tiene poder sobre él. En la undécima una expresión, esta: “es impresentable por ausencia de corporeidad”; un sueño: la estatua de Tomás de Aquino en la Thomas van Aquinostraat de la Universidad de Radboud tiene algo urgente que decirme pero no le consigo oír. La duodécima entrada se hubiera llamado “agón” (escrito en letras griegas). Debía responderse “No” o “¡Una vez pero nunca más!” a la pregunta "¿Has atrapado alguna vez una Weltanschauung con la mano?" En la decimotercera me ofrecía como “pedagogo agnóstico, pobre, pagano y plebeyo” y adjuntaba un comentario de texto en pdf como carta de presentación: “Dilthey, W. (1914): Einleitung in die Geisteswissenschaften. Versuch einer Grundlegung für das Studium der Gesellschaft und der Geschichte.” ¿La decimocuarta? Distintos epitomes del curso de las cosas. La decimoquinta, una nota en mi mesita de noche afín a la cuarta entrada (la soledad nocturna) y sobre todo a la segunda (la soledad ginebrina): “mi mujer tiene gestos hermosos”. En la decimosexta un título difícil, “hesitación, pléyades” auguraba un desarrollo pedante y complicado. Decimoséptima, otra nota: aforizar llovió de tal manera que todos nos quedamos aturdidos. El décimo octavo borrador: recordar el nombre que le dan los florentinos al cementerio de los ingleses, aquel donde está enterrada Barret Browning, se frontispiciaba con el conocido (y desafortunado) comentario de Orlando Osorio sobre el cuadro de Bocklin. La decimonovena hubiera relatado la última tarde lluviosa que fui a visitarla y la forma en que me perdí y luego recordé el camino desde la casita en el garaje donde dormía y al regresar escribí acerca de si se podía decir que Florencia era un enorme parque temático. La vigésima iba dirigida al blog sobre “la norma y la imagen” y se coló por distracción, hubiera versado sobre la sentencia contra el juez garzón y la concepción realista del derecho (el camino inverso del razonamiento jurídico, la apariencia de juridicidad “ex post”, etc.) habría mencionado las incursiones psicoanalíticas que Jerome Frank apuntó (quizás pasándose de rosca) en “Law and the Modern Mind”: la freudiana búsqueda de un padre en la figura del juez y por ende en la (poco dúctil) efigie de la justicia. Desde la vigésimo primera a la vigésimo séptima se podían ver fotografías de portales holandeses con el bloguero desplazándose en un hipotético círculo danzina, dextrógina, monotonamente de acuerdo con la numeración de la casa, el movimiento del sol allá en lo alto, la temperatura en celsius y el orden de la entrada encallada en su momento rescatada aqui y ahora como pecio. He colocado una, una de esas fotos (la que hacía 27) en la columna a mi izquierda abajo del todo como ejemplo (1).  
en el sueño no oigo al aquinate

Quizás el lector conozca gran alivio. Yo más.



(1)
Abajo del todo no aqui sino en la columna de la derecha (la de las fotos en 9,98cm x 0, 98cm)

2 comentarios:

  1. "El secreto de la creatividad está en dormir bien y abrir la mente a las posibilidades infinitas. ¿Qué es un hombre sin sueños?" (Albert Einstein)
    Ojalá oigas lo que la estatua te quiere decir.

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  2. hola anónimo, bonito comentario, gracias por la cita, no se puede decir que no sean palabras sabias, seguro que sí, a veces es esa creatividad (en mi caso algún sucedaneo de ésta) la que te hace acostar tarde y por tanto dormir bien aunque muy poco!
    sí, quizás me hubiera gustado hablar con tomás de aquino un teólogo enamorado de la razón que creyó de verdad ser un filósofo, tengo dudas... hace poco vi un documental sobre la industria del doblaje en españa, el actor que pone la voz de cary grant acaba sintiéndose como gary grant o al menos pensando que él también protagoniza la película, uno de esos actores de doblaje decía haber ganado muchos oscar!
    creo que es precisamente eso lo que me impedía oir al aquinata, que me gustán las películas en versión original, la producción del aquinate es inmensa me lo imagino mejor charlando con averroes, nuestro gran filósofo; muchas gracias por pasar, un abrazo

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