"escribo para leerme, es más, escribo un blog para leer sobre mí"
aforismos en word, poemas con autoreverse, valencia, 2012
programa doble: una nueva sección
en el cine Lido, detrás de la casa de mi abuela, ponían siempre tres películas, la entrada más barata que recuerdo costaba 75 pesetas, pero no sé si recuerdo con exactitud. Sé bien, eso sí, que la terracita de casa de mi abuela daba a la parte trasera de ese cine y que cuando se me encalaba el balón en el bajo de ese cine acababa atravesando de la mano de mi abuela y del acomodador del cine, en medio de la proyección, el cine, y que por eso tiraba muchas cosas de valor a la terraza del Lido; recuerdo también que los lunes antes de entrar al colegio corría a asomarme al Lido ya no a por el balón o a por alguna cosa de valor que hubiera tirado adrede al bajo de ese cine, ni siquiera a ver qué ponían esa semana sino a ver ya qué hacían la semana siguiente (siempre dejaban unos fotogramas como avance). Lo cierto es que recuerdo con preocupante precisión todos los programas triples del cine Lido pero también cada uno de los programas de tres películas de los cines Astoria y Aliatar que vi durante mi infancia. Era feliz cuando por azar alcanzaban estos una suerte de alquimia perfecta. Debía de tener 12 años, coleccionaba entonces mi primera enciclopedia de cine por fascículos, me gustaba mucho leer las críticas de la "Cartelera Turia" y del "Qué y dónde", me había comprado en bruguera "el cartero siempre llama dos veces" de j. m. cain y "johnny cogió su fusil" la novelita de dalton trumbo sólo porque la Turia ponía muy bien a esas películas, aunque también disfrutaba poniéndo cara de actor y de acrtiz a hamlet y a ofelia, a macbeth y a macduff y, la verdad, poniendo rostros de actores a las tragedias completas de shakespeare y a los cuentos de jack london, de joseph conrad, de borges y de h. p. lovecraft que me compraba por doscientas pesetas en la editorial alianza de bolsillo, mi editorial preferida. Bueno, el caso es que a esos cines de sesión triple iba todas las semanas solo o con mi primo Jose. Empecé a apuntar todas las películas que veía en un viejo libro de contabilidad pero enseguida lo dejé. Dejé de apuntarlas pero no de ir al cine.
Como he estado escuchando hoy, la boca abierta, "more stars than there are in heaven", la lección pop de Yo la tengo, el grupo de Hoboken, New Jersey (otra vez New Jersey) y a continuación una versión del clásico de The Smiths "I know it´s over" por Elk City y como lo cierto es que como un gráfico ejemplo y adelanto de la injusta, enorme, fea, cutre catástrofe que sucede justo ahora fuera de este blog, hace tiempo que desaparecieron los cines de sesión triple y comoquiera que sólo queda en Valencia un cine de sesión doble que es el cine Dor y como aún me asomo a ese cine todos los lunes a ver qué ponen a la semana siguiente (la actual me la sé desde la semana anterior) en lo que sigue resumo los últimos años de cine en los que he vuelto a ir mucho al cine en lugar de en una lista, en programas ideales de sesión doble.
De alguna forma son las películas que más me han gustado los últimos años ¡las mejores películas del siglo XXI! Por supuesto, soy incapaz de hacerlo de una forma perfectamente ordenada (empezaré en 2008) y tampoco es seguro que la acabe.
Programa doble ideal de 2008
"Paranoid Park", Gus van Sant, 2008
La vida fuera de foco. La desorientación total de una edad sobre todo solitaria y cruel. Creo que nadie como van Sant ha captado ese estado de ensoñación adolescente. Las fascinantes escenas sobre el skate son de una belleza tranquila e hipnótica y la mirada perdida de ese adolescente retrotrae a uno al momento en que se comienza lenta pero irreversiblemente a comprender la imposibilidad de comprender el mundo.
La vida fuera de foco. La desorientación total de una edad sobre todo solitaria y cruel. Creo que nadie como van Sant ha captado ese estado de ensoñación adolescente. Las fascinantes escenas sobre el skate son de una belleza tranquila e hipnótica y la mirada perdida de ese adolescente retrotrae a uno al momento en que se comienza lenta pero irreversiblemente a comprender la imposibilidad de comprender el mundo.
"Déjame entrar", Tomas Alfredson, 2008
Cuando la realidad detrás de la ventana (el declive del estado sueco de bienestar como trasfondo social) y la realidad que le toca a uno más de cerca, el acoso escolar, son mucho más terribles que una niña vampiro. Un universo infantil que contiene momentos de rara poesía (rara, ¿hay de otro tipo?), la inseguridad, el desemparo, la soledad del niño, minimalismo nórdico y una dirección estilizada hasta el polo norte, un final hermosísimo, una dirección (la de alfredson) muy inspirada, escenas (la masacre de la piscina, el amanecer en el hospital) destinadas a quedar atrapadas para siempre en la retina del niño-vampiro-espectador cómplice de los niños vampiro.
Cuando la realidad detrás de la ventana (el declive del estado sueco de bienestar como trasfondo social) y la realidad que le toca a uno más de cerca, el acoso escolar, son mucho más terribles que una niña vampiro. Un universo infantil que contiene momentos de rara poesía (rara, ¿hay de otro tipo?), la inseguridad, el desemparo, la soledad del niño, minimalismo nórdico y una dirección estilizada hasta el polo norte, un final hermosísimo, una dirección (la de alfredson) muy inspirada, escenas (la masacre de la piscina, el amanecer en el hospital) destinadas a quedar atrapadas para siempre en la retina del niño-vampiro-espectador cómplice de los niños vampiro.
"Let the right one in", pues eso, Alfredson, 2008. |
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Y la próxima semana... programa doble ideal de 2009
Coming soon: "Un profeta" Jaques Audiard, 2009 y "La cinta blanca", Michel Haneke, 2009.