lunes, 26 de octubre de 2020

A veces me siento y pienso y a veces solo me siento

Me gusta mucho la cantante de rock australiana  Courtney Barnett, he bailado muchas veces solo en casa escuchando «Pedestrian at Best», la canción incluida en un álbum con un título brillante: Sometimes I Sit and Think and Sometimes I Just Think: «A veces me siento y pienso, y otras veces solo me siento». Es una pena que la RAE haya suprimido el acento, o mejor, la tilde diacrítica pues el título en castellano se presta a una engorrosa confusión. 


C. B.

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Formalmente está muy cuidada, pero yo creo que a pesar de toda la ambigüedad postmoderna de Sorrentino, el joven director napolitano no puede evitar que asome el hocico aquí y allá ese tufillo inconscientemente machista, levemente fascistoide, naturalmente católico que constituye desde el primer neorrealismo la fenomenal aportación del cine italiano al arte del siglo XX.


Toni Servillo en La grande bellezza (Sorrentino, 2013)

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Folie es locura en francés, pero era también, desde fines del XVIII, un quiosco campestre lleno de  coqueterías y formas curiosas, texturas que evocan imágenes desconcertantes y objetos bizarros. Y este es el sentido básico del título que proviene del crítico Sainte-Beuve, que habló de la Folie Baudelaire, lugar de caprichos y voluptuosidades como cualquier Folie del XVIII.



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Equivocarse es humano, pero eso no significa absolutamente nada. Zizek dijo que la pandemia traería el comunismo y ni siquiera él se ha despertado comiendo en un koljós. Lo importante ya no es cómo superamos los errores sino como gestionamos la impaciencia.


Z.


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Libro de ficción que más he disfrutado esta semana: La guerra de las salamandras (1936) de Karel Čapek.
Libro de no ficción que más he disfrutado esta semana: Bajo el signo de Saturno (1972) de Susan Sontag.
Película que más he disfrutado esta semana: Días sin huella (The Lost Weekend) (1945, Billy Wilder.
Disco que más he disfrutado esta semana: Dusk, el tercer disco del dúo de Londres Ultimate Painting.




viernes, 23 de octubre de 2020

Antonio Beneyto, hombre generoso

El País

Barcelona - 23 de octubre de 2020

Obituario 

Muere Antonio Beneyto, representante del surrealismo contemporáneo

El pintor, escultor y escritor era autor de una obra poblada de criaturas híbridas y monstruosas pero llenas de humor e ironía. El escritor, pintor y escultor Antonio Beneyto ha fallecido este jueves en Barcelona víctima del coronavirus a los 86 años, después de permanecer tres meses ingresado en una clínica por otra enfermedad. Este albacetense afincado en Barcelona desde 1967 fue uno de los máximos exponentes del llamado surrealismo contemporáneo.

La obra de Beneyto está llena de figuras enfrentadas, con rostros desdoblados como si fueran el Ying y Yang; criaturas híbridas y monstruosas que ofrecen al espectador una perspectiva fantasmagórica, donde todo lo humano no es más que un recuerdo. Maestro de lo onírico, como buen continuador de lo surrealista, desarrolló un arte imaginativo, lleno de ironía y sarcasmo. Una amplia visión de su trayectoria pictórica y escultórica se encuentra en el libro Beneyto, creador postista (2002). Su obra forma parte de museos y colecciones privadas, como la Fundació Vila Casas, que cuenta, al menos, con cuatro obras. Fue designado por Carlos Edmundo de Ory, Chicharro y Sernesí como el mejor valedor de los principios fundacionales del movimiento postista -primera corriente de vanguardia de postguerra en la península que crearon estos tres artistas-, que se pueden desglosar en cinco constantes: libertad, calle, inconsciente, amor loco y euritmia.

Beneyto comenzó su carrera artística a finales de los años sesenta en Palma de Mallorca, en torno a la revista Papeles de Son Armadans, donde conoció a Robert Graves, Camilo José Cela, A. F. Molina, Cristóbal Serra, y Antoni Serra. Una vez instalado en Barcelona dirigió la colección La Esquina, en la que editan Juan Ramón Jiménez, Ramón Gómez de la Serna, Ax Aub, Juan Eduardo Cirlot y Joan Brossa.

En 1987 protagonizó en la Galeria Maeght una hazaña digna del libro Guinness: pintó un dibujo de 30,5 metros de largo realizados sobre dos rollos de pianola enganchados; en el que el artista había pintado, una vez más, sus personajes: monstruos, hombres y vegetales híbridos a base de gouache y tinta china. «No tiene principio ni fin, entrada ni salida; la gente me pregunta que dónde empieza, pero el caso es que no hay secuencialidad en él; tampoco cuenta ninguna historia, es una obra absolutamente abierta a todas las lecturas», dijo el artista sobre su obra.

Autor de numerosos libros entre los que destacan los de narrativa y ensayo como Los chicos salvajes (1971), Cartas Apócrifas (1987), Eneri, desdoblándose (1998), Tiempo de Quimera (2001), El otro viaje (2003), Còdols en New York (2004), Un Bárbaro en Barcelona (2009), Escritos caóticos (2009) y Dentro de un espejo morado (2010). Fue redactor jefe de la revista de creación literaria Barcarola. También es autor de libros autobiográficos como Diario del artista suicida y textos políticos como Censura y política en los escritores españoles y críticos como Escritos caóticos. Entre sus poemas en prosa o verso destaca «Textos dentro de un espejo morado», «Un bárbaro en Barcelona» o «Tiempo de quimera, poema cinematográfico», reeditado por In-verso.


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Antonio Beneyto acompañando generosamente la presentación de Una casa holandesa de García Cívico (Canibaal, 2014) y de ediciones Canibaal en Barcelona con Jesús García Cívico y Ximo Rochera.