"Volveré con huesos firmes de tejidos duros (óseos) y osteocitos, componentes extracelulares calcificados.
Volveré con tejidos blandos, mieloide hematopoyético y adiposo.
Volveré con miembro de acero y de grasa, pues."
GARCÍA CÍVICO, Jesús, "Aforismos en Word, poemas con auto-reverse", Europe is living a celebration (Eds.), Brussels, 2012.
"Alborotarse constantemente ante el señor que grita como palomas al pasar un crio"
GARCÍA CÍVICO, Jesús, Aforismos en Word, poemas con auto-reverse, Valencia, 2012.
El otro día cometí un error de principiante, olvidando el conocido refrán, dejé que la mañana de mi cumpleaños me sirviera café un camarero ruso más alto que yo. Por supuesto, enseguida enfermé de gripe y tuve que salir de la exposición permanente del Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernnidad (MuVIM) a refugiarme en casa con un montón de mantas y mucha fiebre.
Según el mismo dicho, el resfriado ruso de cumpleaños sólo se quita con un poema checo. Estuve investigando: era así. La buena noticia es que no tenía que ser de Seifert.
Enfebrecido recordé que desde pequeño me ha gustado mucho la literatura checa (con pocos años ya me rei con la adaptación del buen soldado Sjejk de Jaroslav Hašek!) me ha gustado mucho la novela checa (de Kafka a Kundera) y en general anduve enamorado del país (hoy república checa). A media tarde, con la manta en la cabeza y moqueando busqué fotos de la republica checa y algún poema checo por todos los rincones de casa.
Creo que si me gusta tanto lo checo es porque la resistencia de ese pequeño país en el centro de europa a la estupidez y al abuso se gestó desde la concepción más humilde (y por tanto más poderosa) de la cultura, en pequeños teatros, en pequeños conciertos de rock y jazz y... en la literatura (Milan Kundera, Bohumil Hrabal, los poetas Jaroslav Seifert, Vladímir Holan y muchos otros).
Llamé a Jaroslav, el hijo de un marchante de Brno que se arruinó con las ínfulas afectadas de un falso artista catalán. Yo siempre fui generoso con su padre y nada más aparcar el coche en la plaza principal de Uherské Hradiště le bajaba muchas botellas de vino de la ribera del Duero. Como siempre, la conversación apenas duró cinco minutos pero fue provechosa: Si uno se resfría por saltarse la regla del camarero ruso debe saber que hay nuevos fármacos: Květa Legátová, Michal Viewegh, Jáchym Topol, Antonín Bajaja, Miloš Urban, Petra Hůlová, Emil Hakl, Jan Balabán o Jiří Hájíček.
De todas formas, a los que nos gusta la senda Kafka-Hasek-Kundera-Habral nos da pena que a las librerías aún no hayan llegado los textos de Legátová o Balaban, Hájícek, Michal Viewegh, Jáchym Topol, Bajaja, Miloš Urban, Petra Hůlová, Emil Hakl.
Photo: "La carga" Jan Seudek, fotografo checo
Sí. Hubo una época en la que cogía un viejo coche desde la playa de Valencia y me iba solo a Uherské Hradiště. Conducía día y noche sin parar. Me gustaba llegar sonámbulo a Brno porque me gustan mucho las novelas y ensayos de Kundera.
Mi amigo checo aún me habla de los libros de allí y me manda correos con listas como la de los autores de arriba. Él es, de alguna forma, mi farmacia checa.
En realidad Uherské Hradiště no me gusta. No sé por qué voy tanto allí.
No encontré el poema checo que buscaba. Fue una lástima. La parte buena es que pude delirar desde el sofa, sin remordimiento por estar ahí tumbado y no estar trabajando, delirios ruso-alemanes: "Stalker" Tarkovsky, 1979 (esperaba el momento propicio), "Pina" Wim Wenders, 2011 (me la acababa de recomendar Carmen, una amiga) y "RAF, facción del ejército rojo", Uri Edel, 2008, un entretenido y maduro retrato de la psicología del terrorismo de extrema izquierda alemán en los años 70.
¿Seguí buscando el remedio checo? Sí, antes del anochecer me fui en bata y con una bolsa de agua caliente en los pies hasta la librería Valdeska. Me emocionó la calidez e inteligencia de su selección. Hice un roto. Ahora me toca pedir agua y no muffin de arándanos durante unas semanas:
Valdeska es ahora mi librería preferida
Un capricho (los diarios de werner herzog "del caminar sobre hielo" en la tempestad) (delirio tarkovsky-herzog-stalker, si se quiere); una recomendación -buscaba a lichtenberg-: los apuntes (tomo I) de elias canetti en de bolsillo; una cuestión de fe (uno nunca escarmienta): la poesía de antonio mendez rubio "por más señas" que publica dvd; y un lujo: "la casa inundada" los relatos de felisberto hernández recogidos por la balsa de medusa: "de esos días siempre recuerdo primero las vueltas en un bote alrededor de una pequeña isla de plantas (...) " (1)
Yo también Felisberto! y no se llevaban bien, no se llevaban bien...
Felisberto Hernández, nació en Montevideo pero todo el mundo sabe que en realidad es un auténtico escritor checo.
(1) hernández, felisberto, "la casa inundada", atalanta, gerona, 2012, p. 229
"Ay, qué razón tenía el bueno de Faulkner al escribir que entre la pena y la nada, se elegiría la pena. "Señora, ¿qué elegiría usted entre la pena y la nada?" "¿y que elegiría usted entre la pena y la nada, caballero?" Podían haberse espetado al conocerse tantas parejas que aún dicen sin sonrojo que se aman".
García Cívico, Jesús, aforismos en word, poemas con auto-reverse, valencia, 2012
"Sí. Todo es sociología de la religión, pues no es sabido que exista otra materia".
García Cívico, Jesús, aforismos en word, poemas con auto-reverse, valencia, 2012
topless
tumbados ambos en la playa
acariciados por embates de sol equitativos
leyendo un benéfico suplemento literario
allá donde nada discrimina
tú vigilas que el niño no se funda en el océano
yo observo distante de hito en hito
entre elogio vacuo, bruma de olas, dilatación del horizonte y aceite alimonado
la parte sin bronce de tu cuerpo
García Cívico, Jesús "topless" en García Cívico, Jesús, aforismos en word, poemas con auto-reverse, valencia, 2012
"siento tanta compasión, tanto amor hacia los otros que con razón acaban éstos observándome con recelo"
J. G. Cívico, aforismos en word, poemas con autorreverse, 2012
No hay nada que lleve peor que la sensación de haber causado daño a alguien. Me despierto sudando, asustado, cruzadas las piernas, atormentados los tobillos, los pies agarrotados, las legañas temblando. Me despierto en midad de la noche y ya no puedo conciliar el sueño. Tengo en mi pequeña mesita junto a la cama muy a mano los ensayos de Montaigne, los pensamientos de Pascal, "Hamlet", reproducciones de cuadros de dos de mis pintoras prefreridas Leonora Carrington y Remedios Varo, mis novelas: "Rojo y negro, "Los demonios", "El castillo", "Ulises", "Bajo el volcán", los cuentos de Felisberto Hernández, la "Traumnovelle" de Arthur Schnitzler, relatos de Borges, las ediciones en Alianza de los mitos de H. P. Lovecraft, la Constitución Española de 1978, los tengo ahí, en forma de torre que mañana se desploma, amontonados, superponiéndoles posos de café y hormigas dentro, los tengo a mano para poder conciliar el sueño luego de ese tipo de sofoco: no hay nada más cómodo que los lugares comunes y tampoco son ésas horas de llamar.
Leonora Carrington (Lancashire 1917, Ciudad de México 2011)
Anoche me desperté haciendo el gesto raro de vivir, con el corazón martilleándome el pecho que es lo que me pasa cuando llega al corazón el temor de haberle causado daño a alguien: temía que alguien se hubiera sentido ofendido porque en un post había utilizado yo despectivamente la palabra "gañán". En lugar de dormirme con Stendhal o con la articulación de la vivienda como derecho fundamental, me puse a ensayar mentalmente sobre la gañanería. Ordenar, de alguna forma, mis pensamientos, pensamientos sueltos, sueltos pensamientos sobre lo que a veces entre dientes, las manos en los bolsillos, la mirada en los zapatos, mascullo como "mundo gañán".
"Banqueros en acción" Remedios Varo anticipándose
Yo utilizo mucho esa palabra, la palabra "gañán". Lo hago con ánimo hegeliano. Por supuesto sé que Hegel no escribió sobre la gañanería pero de alguna forma creo que es esa una cuestión puramente accidental o sólo relacionada con la finitud de la existencia, no con el idealismo y estoy seguro de que el filósofo que se atrevió a contar la vida del espíritu lamentaba no haberlo hecho. No haber escrito sobre lo gañán. Precisamente es porque entiendo la superación de la gañanería como una cuestión dialéctica que describo como gañanes o mejor como gañanas destinadas a ser rebatidas y luego superadas las apologías de la servidumbre natural, de la esclavitud, la sociedad estamental, el uso de la expresión "quiero hablarte de un tema", las fotos de familia del G20, el machismo, la curva de Bell, el lenguaje del odio frente a las minorías, el endurecimiento cíclico del código penal, gandía shore, la expresión "avalancha de pateras", "el iva de los chuches" o "el fútbol es así". La gañanería es una categoría moral pero también estética. Pero basta ya. Queda claro que no es porque sean útiles ni porque las crea valiosas sino que es para poder dormir mejor esta noche y sólo porque quiero dormir mejor esta noche y no pasarme la noche en vela que en lo que sigue compartiré aquí una serie de precisiones sonámbulas sobre la gañanería (PPG) y algunas máximas sobre lo que considero el mundo gañán (MG), sobre qué significa ser gañán en relación con la norma (GN) o más pedentamente qué significa ser gañán en relación con el fenómeno jurídico (GFJ).
(PPG) Ser gañán no es ser de pueblo: la ciudad es, precisamente, el habitat, el territorio natural del gañán.
(PPG) Haber viajado e incluso haber viajado mucho no impide ser un gañán.
(GJF) El abogado que utliliza un lenguaje demasiado técnico y rebuscado para epatar a su cliente es un gañán.
(GN) No saber disculparse o pedir perdón es ser un gañán.
(GFJ) El juez que dicta una sentencia excesiva y dice "no podía hacer otra cosa" es un gañán (el derecho es dúctil, interpretable y discursivo).
(GN) El que ostenta un coche de 30.000€ pero luego no se gasta 2€ en aparcarlo en un garaje, sino más bien resulta que no se gasta nada y decide subirlo sobre una acera o dejarlo en doble fila es un gañán.
(GN) El que trata a las mujeres con diminutivos pero a los señores de don es un gañán.
(GN) El hombre "pequeño" (el que es fuerte con el débil y débil con el fuerte) es un gañán.
(GN) El gañán hace comentarios sobre los camareros (extranjeros emigrantes o con más precisión nacionales de terceros países) especialmente sudamericanos acerca de su desconocimiento de expresiones patrias (qué es una caña, qué un carajillo, qué un café del tiempo) pero si va a Mallorca manifiesta admiración al camarero alemán al que suele darle conversación sobre el modo superior de ser alemán.
(GN) El que conduce rápido o una velocidad que crea inseguridad, inquietud o malestar cerca de un colegio donde corretean los niños (los niños son seres vivos que se mueven de forma rápida, inesperada y a menudo en zig zag) es un gañán.
(GN) Es gañán quien habla mal de un pueblo entero y generaliza.
(GN) El que no ve la crueldad cuando sucede cerca es un gañán.
(GN) El que ve la crueldad pero no hace nada para evitarla es un gañán.
(GN) El que pasa delante de alguien que sufre y no desacelera su forma de andar y se detiene es un gañán.
(GN) El que dice "la culpa de la crisis es de todos" es tonto pero además es un gañán.
(PPG) Escribir "Los cachorros" o "La ciudad y los perros" es algo muy meritorio. Fotografiarse orgulloso con un señor que ayudó a promover el bombardeo sobre hombres, mujeres, ancianos y niños en Irak es ser un gañán.
(GN) Decir como Merkel "hay que corregir el fracaso de la multiculturalidad en Alemania" es ser una gañana.
(GN) Endurecer el discurso sobre inmigración y extranjería para ganar cuatro votos es mezquino pero además es gañán.
(PPG) El que alaba a un gañán es un gañán.
(GN) Utilizar sin vergüenza, sin sonrojo o sin ironía la expresión "la marca españa" es ser un gañán.
(GN) Mear en la calle es ser un gañán a no ser que se vaya borracho.
(GN) Dejar la mierda del perro en la calle es ser un gañán a no ser que la acabe el perro de hacer
(GN) Decir "la culpa de todo la tiene zapatero" no es de ser un gañán: resulta de haber visto mucho "Intereconomía".
(GFJ) En la gañanería hay también "casos difíciles".
(GJF) Sobre la gañanería hay casos difíciles pero enterrar las colillas en la playa es siempre propio de un gañán.
(GFJ) Hablar "ex catedra" con la pareja de uno es ser un gañán.
(GN) Utilizar el adjetivo "intelectual" de forma despectiva es ser un gañán.
(GN) Utilizar el adjetivo "intelectual" para referirse a uno mismo es ser muy gañán.
(GJF) Escupir o reirse de un mendigo no es ser un gañán es ser un hijo de puta.
(GN) Acelerar cuando se ve a un peatón despistado no es una acción paternalista es ser un gañán (quizás también un psicópata)
(GN) Haber estado perdidamente enamorado de alguien que no le correspondió a uno y luego decir "en realidad nunca la quise" es ser un gañán.
(PPG) Si se habla del gañán es para hablando del gañán, hablar de uno mismo, es decir, mejorarse a uno mismo hablando del gañán.
(PPG) Todos llevamos dentro a un gañán. Es por ello que hay que vigilarse.
(PPG) Variante del punto anterior: Vigilemos al gañán que llevamos dentro pues siempre hay un gañán que no nos deja burlarnos de nosotros mismos: el gañan interior (the gañan inside).
"escribo para leerme, es más, escribo un blog para leer sobre mí"
aforismos en word, poemas con autoreverse, valencia, 2012
programa doble: una nueva sección
en el cine Lido, detrás de la casa de mi abuela, ponían siempre tres películas, la entrada más barata que recuerdo costaba 75 pesetas, pero no sé si recuerdo con exactitud. Sé bien, eso sí, que la terracita de casa de mi abuela daba a la parte trasera de ese cine y que cuando se me encalaba el balón en el bajo de ese cine acababa atravesando de la mano de mi abuela y del acomodador del cine, en medio de la proyección, el cine, y que por eso tiraba muchas cosas de valor a la terraza del Lido; recuerdo también que los lunes antes de entrar al colegio corría a asomarme al Lido ya no a por el balón o a por alguna cosa de valor que hubiera tirado adrede al bajo de ese cine, ni siquiera a ver qué ponían esa semana sino a ver ya qué hacían la semana siguiente (siempre dejaban unos fotogramas como avance). Lo cierto es que recuerdo con preocupante precisión todos los programas triples del cine Lido pero también cada uno de los programas de tres películas de los cines Astoria y Aliatar que vi durante mi infancia. Era feliz cuando por azar alcanzaban estos una suerte de alquimia perfecta. Debía de tener 12 años, coleccionaba entonces mi primera enciclopedia de cine por fascículos, me gustaba mucho leer las críticas de la "Cartelera Turia" y del "Qué y dónde", me había comprado en bruguera "el cartero siempre llama dos veces" de j. m. cain y "johnny cogió su fusil" la novelita de dalton trumbo sólo porque la Turia ponía muy bien a esas películas, aunque también disfrutaba poniéndo cara de actor y de acrtiz a hamlet y a ofelia, a macbeth y a macduff y, la verdad, poniendo rostros de actores a las tragedias completas de shakespeare y a los cuentos de jack london, de joseph conrad, de borges y de h. p. lovecraft que me compraba por doscientas pesetas en la editorial alianza de bolsillo, mi editorial preferida. Bueno, el caso es que a esos cines de sesión triple iba todas las semanas solo o con mi primo Jose. Empecé a apuntar todas las películas que veía en un viejo libro de contabilidad pero enseguida lo dejé. Dejé de apuntarlas pero no de ir al cine.
Como he estado escuchando hoy, la boca abierta, "more stars than there are in heaven", la lección pop de Yo la tengo, el grupo de Hoboken, New Jersey (otra vez New Jersey) y a continuación una versión del clásico de The Smiths "I know it´s over" por Elk City y como lo cierto es que como un gráfico ejemplo y adelanto de la injusta, enorme, fea, cutre catástrofe que sucede justo ahora fuera de este blog, hace tiempo que desaparecieron los cines de sesión triple y comoquiera que sólo queda en Valencia un cine de sesión doble que es el cine Dor y como aún me asomo a ese cine todos los lunes a ver qué ponen a la semana siguiente (la actual me la sé desde la semana anterior) en lo que sigue resumo los últimos años de cine en los que he vuelto a ir mucho al cine en lugar de en una lista, en programas ideales de sesión doble.
De alguna forma son las películas que más me han gustado los últimos años ¡las mejores películas del siglo XXI! Por supuesto, soy incapaz de hacerlo de una forma perfectamente ordenada (empezaré en 2008) y tampoco es seguro que la acabe.
Programa doble ideal de 2008
"Paranoid Park", Gus van Sant, 2008
La vida fuera de foco. La desorientación total de una edad sobre todo solitaria y cruel. Creo que nadie como van Sant ha captado ese estado de ensoñación adolescente. Las fascinantes escenas sobre el skate son de una belleza tranquila e hipnótica y la mirada perdida de ese adolescente retrotrae a uno al momento en que se comienza lenta pero irreversiblemente a comprender la imposibilidad de comprender el mundo.
Paranoid Park, van sant, 2008, poesía "teen" sobre un skate.
"Déjame entrar", Tomas Alfredson, 2008
Cuando la realidad detrás de la ventana (el declive del estado sueco de bienestar como trasfondo social) y la realidad que le toca a uno más de cerca, el acoso escolar, son mucho más terribles que una niña vampiro. Un universo infantil que contiene momentos de rara poesía (rara, ¿hay de otro tipo?), la inseguridad, el desemparo, la soledad del niño, minimalismo nórdico y una dirección estilizada hasta el polo norte, un final hermosísimo, una dirección (la de alfredson) muy inspirada, escenas (la masacre de la piscina, el amanecer en el hospital) destinadas a quedar atrapadas para siempre en la retina del niño-vampiro-espectador cómplice de los niños vampiro.
"Let the right one in", pues eso, Alfredson, 2008.
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*
Y la próxima semana... programa doble ideal de 2009
"
Coming soon: "Un profeta" Jaques Audiard, 2009 y "La cinta blanca", Michel Haneke, 2009.
a mi ser de new jersey siempre me ha parecido muy elegante, así que el viernes pasado me puse chaqueta para ver a esta chica a la que yo ya relacionaba con esa estupenda, querida película de john landis, antes de pillarla elevando al techo su mándibula de loba y poniéndose así, con toda naturalidad, con toda elegancia también, como si estuviera sola en casa, como si no hubiera nadie delante, a aullar, a cantar, a sonreir tímida, oscura, nocturna, lobeznamente, pensaba, antes de entrar en el loco a ver a sharon van etten en sharon van etten, en la lluvia que estaba cayendo fuera, en el viento también aullando en lo oscura y fría que estaba la noche, en los lobos, ya luego en mi cámara de fotos (1), en la poca gente que había ido esa noche a verla al loco, en por qué no funcionaba bien el flash, en lo que iba a hacer mañana, en quitarme o no la bufanda que llamo oximoronamente "de verano", en lo fina que había estado aquella camarera invitándome a otra cerveza, en que tengo los huesos rígidos, en aguantar las ganas de orinar, en acudir luego a un lugar lo suficientemente falso como para sentirme otra vez ya no en new jersey sino de nuevo en casa, en que había sido de jesca hoop que tom watis dijo que su voz era como nadar por la noche en el lago porque si hubiera sido de sharon van etten y no de jesca hoop que tom waits hubiera dicho algo, yo creo que habría dicho, habría dicho tom waits que la voz de sharon van etten es como un aullido de lobo bajo la lluvia, pensaba yo esa noche en escribir una entrada sobre henry james, en la última película de cronemberg adaptando a don delillo, en ponerme "all i can" de nuevo para que todo volviera a empezar (también de nuevo) en tomar donde mel un batido de chocolate y una hamburguesa, como imaginaba las tomaría esta chica de new jersey, poco hecha, en qué es lo que hizo que "un hombre lobo americano en londres" (landis, 1981) fuera tan buena película, su tono sexy, creo, su desvergonzado humor quizás, en "leonard" en "all I can" en "love more" definitivamente
(1)
hicimos nosotros mismos todas las fotos en el concierto de el loco y en la hamburguería de mel, el lugar más impostado que pude encontrar, son las de arriba, luego navegando por la red encontré casualmente en "cuchara sónica" que otro había descubierto también el licántropo secreto de van etten, como recogió ulpiano (seguramente de simónides) a cada uno lo suyo, es la de abajo
"De todos los aspectos de mi carácter, dos son lo que mejor conozco: aquellos que me inclinan a la estupidez y aquellos que me empujan a la soledad. Sin los segundos hoy mi reputación sería insostenible."
GARCÍA CÍVICO, Jesús, Aforismos en word, poemas con autoreverse, Valencia, 2012.
"(...) si la ves por ahí en algún sitio
le dices que sigo aqui
esperando que vuelva conmigo.
Dale de mi parte este abrigo
para que se resguarde del frío"
Grupo de expertos solynieve, "Tú, misionero de Dios", El eje de la tierra (El Ejército Rojo, 2012)
no, no me he ido de vacaciones, no me he movido de aquí, casi me muero de calor, he madrugado mucho, he pasado este verano limpiando casas sucias de personas mayores, yendo por ruzafa y por el barrio de el carmen en valenbisi, vendiendo y comprando en librerías de viejo, libros de segunda mano, he desayunado café y tostaditas de aceite en el café lisboa, le he dado monedas a los músicos callejeros, he ayudado a los que ayudan a aparcar los coches, he dado algo a los que piden algo, he dejado caer monedas en el plato de personas dejadas también caer contra la fachada de un sucio edificio de la plaza de la virgen ¿qué pasó? he pensado mucho en los que duermen en los cajeros, les he llevado sábanas sin que nadie me viera, he comprado comida que he dejado sin hacer ruido a los pies de los mendigos, siempre pienso en el niño que fueron un día ¿cuál sería su sueño? ¿cuál su juguete preferido? ¿qué hizo la vida con ellos? he vuelto a pensar en estas cosas, he pensado este verano en estas cosas, me he propuesto seguir sin teléfono móvil, sin saber qué es un/una tablet, sin coche y sin conectarme a facebook , me he propuesto hablar en voz bajita y no sintonizar tele cinco, he paseado por el barrio de ruzafa, he escupido dentro de un banco sin que el interventor me viera, he caminado mirando al suelo, me he agachado a retirar las colillas que otros lanzaban en las aceras y las he apagado, las he envuelto con cuidado en cartoncitos, y tras asegurarme que nada crepitaba en su interior, las he llevado a una papelera, he recogido basura de las aceras y la he depositado ordenadamente dentro de los contenedores, la ciudad está muy sucia, no he dado abasto, también he limpiado la casa de mi madre, he sudado, he tenido sed en la boca.
no ha sido un buen verano, ¿o sí? no, no sé, por momentos casi diría que ha sido uno de los peores veranos de mi vida pero lamentablemente no sería cierto: he tenido veranos muy malos, realmente malos, este no ha sido bueno y ya está, dejémoslo ahí, he sudado como un cerdo, he tenido sed en la boca y punto, he ido por ahí limpiando casas, ayudando a la gente mayor, recogiendo las calles, dando limosas, he ido en valenbisi por el carmen y por el barrio de ruzafa y ya está, dicho de otra forma, agosto no se ha pasado volando, tampoco le demos más vueltas, hjalmar me escribió para ver cómo iba todo y le dije que no estaba bien, le dije: "hjalmar, no estoy bien"; he regalado trastos viejos a la gente que va buscando cosas por los contenedores, les he buscado por las noches cerca de la basura debajo de la luna, les he dicho que me esperaran que volvía enseguida, que volvía con cosas que podían servirles, he corrido, he regresado, desmintiendo que el hombre sea una especie diurna que cambia con la educación y con el clima, he vuelto a correr de noche por las calles de valencia, he tomado mucho café, he hecho fotos de mi gata asomada a la ventana, he orinado, por la noche no he dormido, he cambiado de sitio los muebles y muchos libros, al final entendí que debí colocar los de John Fante junto con los de John Updike, los de Thomas Bernhard junto a los de Juan Benet, y, en homenaje a mi propio tránsito de la infancia a la adolescencia, los de Jack London junto a los de Henry James, me he preocupado en utilizar los vales de descuento de carrefour, he sudado, he publicado una entrada en la norma y la imagen, era una entrada sobre una carretilla, he mirado a las estrellas, he manipulado las cosas gracias a los pulgares (oponiéndolos).
también siento lástima por ian curtis, el cantante de joy division
he leído poemas de césar vallejo y un libro de owen fiss, he visto muchas películas con G., (yo estoy en contra de las descargas ilegales pero afortunadamente ella no), he visto películas tristes que contienen apenas un halito de esperanza, ¿cuáles? pues, me gustaron "Submarino" (Thomas Vinterberg, 2010), "Des hommes et des dieux" (Xavier Beauvois, 2010), me pareció una historia desgarradora pero en algún punto bella la de “Incendies” (Denis Villenueve, 2010) sentí hermosa “Le Havre” de Ami Kaurismäki pero no me la creí; he conocido dos video-clubs donde buscar películas de werner herzog y de yasujiro ozu (los video clubs se llaman "stromboli" y "underground" y los llevan chicos bastante simpáticos aunque cuento los días que tardaran lamentablemente en cerrar), he ido a la playa de cullera, donde hace siempre viento no, la que queda al otro lado del faro, he dado asesoramiento jurídico de forma gratuita a muchos divorciados de mi familia, he comprado ediciones de bolsillo de Roth, Perec, Bolaño y Vila-Matas, me quitaron otra muela, volví a encontrarme con Nacho, un viejo amigo, nos tomamos una cerveza juntos cerca del Ubik, me hizo feliz, he estornudado, he impreso fotos, he comprobado la belleza de la mítica sonrisa de la actriz japonesa Setsuko Hara
dicen, y creo que con razón, que la sonrisa de Setsuko Hara es la más bonita del cine
me he cruzado por la calle con mucha gente hostil con mirada fea y rostro avinagrado, algunos trabajaban en departamentos de atención al cliente, he cogido la bicicleta, me he peído, casi no he escrito nada, me ha costado mucho contestar a los correos, no he estado de buen humor, he temido por mi futuro, un día dude si salir, siguiendo la idea de lourdes, a prenderle fuego a los coches de todos los políticos de este país, pero luego caí en que éste ya es un país excesivamente violento, que ya hay demasiados incendios y que además sus coches son coches oficiales que también estoy pagando yo, de alguna forma ya olvidada son mis coches, he ido bastante al cine Babel me gustó Das letze schweigen (Boran Bo Odar, 2012), he descubierto un nuevo grupo de pop islandés of monster and men y una canción muy bonita "kaputt" de destroyer, he comido crema de garbanzos, he memorizado otro poema de hölderlin, he pensado seriamente la posibilidad de coserme los labios siguiendo el ejemplo del artista ruso Piotr Pavlensky como protesta por los gestos completamente demodé que los políticos rusos han tenido con esas chicas que cantan, ay, si no quisiera tanto a mi mujer, me gustaría salir con una pussy riot, pasearía con ella por la orilla del nevda, le acariciaría su pelo punky, y nos reiríamos tomados de la mano por la perspectiva nevsky, una vez me perdí por allí; era 1987, yo tenía dieciséis años, moscú estaba cubierta por la niebla, las tenderas contaban con ábacos y san petersburgo se llamaba leningrado ya por última vez.
destroyer "kaputt"
No estoy bien.
Un día de agosto me puse a hacer fotos de todo lo que hacía, fotografié los contenedores de la zona de abastos, la suciedad de las calles de valencia, y qué sucio, sucio, sucio, y uno no podía dejar de pensar que también todo esperaba la lluvia, hice fotos de los bichos, hice fotos de la luna, luego me sentí mal porque creo que le extraje algo de su calidad sonambulesca, me gustan cada día más los bares con terraza, el politeísmo, la lucha de barak obama por la sanidad pública, el grupo de dreampop wild nothing, las farolas encendidas de madrugada, poder un día viajar a escocia, pero pienso de nuevo en qué paso con las personas que duermen en cajeros, qué les hicieron, qué hicieron de ellas, he comprado cada semana la cartelera turia, aun sabiendo que en verano es una tomadura de pelo, fui al cine dor y lo fotografié, no quiero que nada de eso desaparezca, hice fotos de las colillas entre el barrio de ruzafa y el ensanche, a la gente que vive en el barrio chino, charlé allí con un señor mayor que miraba con la misma extrañeza que yo un grupo de cristales rotos junto a un parque donde jugaba un niño pobre y sin decir nada noté que miraba más allá del filo de navaja del cristal y de repente que se me desasemejaba, que él también me era extraño porque, ¿sobre qué cavilaba en concreto?
Él tampoco estaba bien.
Otro día fui al teatro. Nos hemos bañado desnudos en la playa. He aprendido a preparar un plato de pescado con patatas al horno, he dicho muchos tacos escuchando al ministro Wert argumentar con vehemencia que no dar ayudas a los colegios que no admiten niños o a los colegios que no admiten niñas es discriminar a esos colegios. Como el doblaje del cine, como la religión, pienso que de pequeño lograron pasarnos lo aberrante como normal. Hoy todo está ya muy escorado hacia lo raro. He comprado ruta 66 viejos y rockdelux nuevos, he animado a Ivan Ukhov, a las chicas de balonmano en las olimpiadas de Londres y a una atleta bielorrusa que me pareció que tenía una expresión muy hermosa junto antes de saltar, he tenido malos pensamientos, pensamientos violentos para aquellos a los que se les ocurrió la idea de negar el tratamiento médico a las personas que han nacido en otro país y no tienen la situación administrativa en regla pero enferman, me dio mucha pena que echaran a Ana Pastor, a Pepa Bueno, a Alicia Montano, a Xavier Fortes, a esos periodistas, y que desaparezca "carne cruda", uno de mis programas de radio favoritos, he empezado a contar y a descubrir gente nueva en la tele y en la radio, he comprobado que la televisión y la radio, la radio y la televisión como el mundo, se están llenando de un nuevo tipo de idiotas, de paparruchadas, de mierdas de toro, me he fijado en la cara de bicho de Paul Ryan, el líder republicano, ese chiflado, me he detenido en observar algunas de las nuevas formas en que los ricos roban a los pobres, he contado cada tentativa de identificación veraniego colectiva con sujetos-objeto que juegan al futbol o que se han operado las tetas, he escuchado al grupo de expertos sol y nieve y me he vuelto a emocionar con jota, hice planes para septiembre, pienso en mis clases y en utilizar la palabra "ordinario" en lugar de "normal",
elegí un día de agosto para ir a Murcia, a Calasparra, a despedir a mi abuela, ella murió justo antes de verano estando yo impartiendo un módulo de filosofía del derecho en una universidad de colombia, me enteré por email, no pude estar con mi padre esos días, sólo pude llorar por teléfono, me gustaba mucho su risa, la de mi abuela, su buen humor, los pimientos rellenos de atún que cocinaba y que hablara siempre a gritos, cuando la enterraron estaba yo en una universidad holandesa, tampoco pude asistir a su entierro. No hablo casi con mi familia. Algunos de ellos son violentos, de una violencia brutal. Fascinados por la violencia, por la ultraviolencia mis primos se amagan entre los arbustos para poder golpear por sorpresa a los ciclistas. Mi abuela iba mucho a misa. Yo no. Nunca antes había estado en Calasparra, bebimos mucho allí, me encantó conocer a mis sobrinos, la mujer de mi primo jose antonio (jose es un buen primo, no es un primo violento) es búlgara. No pude comprarle flores como quería, la floristería estaba cerrada, pero vi que había una ramita de romero y añadí otra a su tumba, como a una paella, en el pasillo del cementerio me picaron las avispas, muchas avispas, me sentí atravesado por intensas descargas eléctricas: pensé que era mi abuela, que estaba enfadada conmigo por no haber estado con mi familia al enterrarla, pensé que era dios que empezaba a castigarme por mis pecados, por ser agnóstico, por ser socialdemócrata, por tener la piel oscura, por hablar mal de Wert. Cuando volví a valencia, limpié otra vez las calles de colillas, bajé la basura de la gente mayor, visité a mi madre, ese día le habían entrado en la nevera cucarachas, como no podía ser dios, pensé que ahora era Lars von Trier, ese tipo que se cree dios, que me castigaba porque no me gustó "anticristo" (una película de mal gusto también llena de bichos);
Me dijo mi amigo don lópez que llovería. Pero no llueve. Al menos no aqui.
Me paro a hablar con las personas que pasan. Hay gente que creía inteligente que afirma que esto es culpa de todos (o sea que no es culpa de nadie) que todos hemos vivido por encima de nuestras posibilidades.
Sigo mal pero me siento mejor después de escuchar “elephant gun”, el tema de Beirut, un estupendo grupo canadiense, otro más.
Recreo para animarme la cara de Strauss e intento recordar ese fragmento en el que el antropólogo escribe cómo los que vieron por primera vez a un jinete pensaron que el caballo y el español eran la misma cosa, cómo fue que los amerindios ahogaban a los españoles para comprobar si también les alcanzaba la putrefacción, mientras que estos enviaban comisiones para estudiar si los indios también tenían alma, imaginé el cruce inquisitivo de miradas, a los unos buscando bichos en los cuerpos podridos de los otros, a los otros buscando almas en el cuerpo misterioso, sorprendido y luego ya asqueado de los amerindios.
Esta noche ha refrescado e incluso parece que vaya a llover.
Quizás todo se arregle. ¿De verdad he dicho todo?
El interior del planeta es incandescente, contiene gases venenosos bajo gruesas montañas de huesos y cadáveres. Creo que de ahí proviene mi obsesión por no acostarme jamás sin fregar los platos, sacar la basura, mirar la luna y comprobar antes de meterme entre las sábanas que no quedan en el suelo miguitas de la cena.
Los sábados me he comprado El País, pero ya no lo leo. Queda mal decirlo pero aún escucho con la misma delectación a Sad Lovers & Giants a John Coltrane y a Bach. He ido a una herboristeria a comprar cereales y comida sana. Llevo alfombras viejas a la casa de una familia de inmigrantes, me las coge una mujer joven, risueña pero sin dientes: duermen en el suelo. Aqui bajé al trastero recuerdos de cuando era joven y dejé junto a la puerta una bolsa con ropa de verano. Al amanecer ya no estaba. Coloqué los libros de Pirandello junto a los de Cesare Pavese y los de EvelynWaugh junto con los de Ian McEwan pero no sé si hice bien. Me estoy coleccionando la filmografía de Woody Allen. Le he compuesto un poema para el día en que él también muera. Ayer, al fin, me puse gafas. ¿He dicho ya que he hecho una lista con las cosas que quiero hacer en septiembre?
Este verano he creído escuchar el ruido que hace el mundo cuando se desbarata.
“Suelo llevarme un libro al supermercado por la misma razón que cojo una chaqueta las tardes de verano: no me resulta posible dejar de entrever la potencial hostilidad de los lugares comunes, esos territorios sólo aparentemente pacíficos”, así escribe Cívico en julio de 2012 el único de los aforismos de la denominada “selección noruega” en el que resulta posible rastrear una ligera huella personal. Efectivamente, el bloguero parece liberado aquí de esa absurda pompa retórica de insufrible carga egotista que habría castigado (y cómo) los aforismos juveniles, suprime Cívico de la escasa superficie del texto toda la ganga esteticista, las blanduras andylucasistas de los oropeles ajenos y de los manierismos de otros y lo primero que llama la atención de esta selección es su blancura, la carencia de afección ¿dónde están las acostumbradas imágenes de mal gusto con las que el bloguero castiga a su tres lectores?
“Descubrir que todos los conceptos tienen “carga” es una señal de lucidez, la chifladura viene al atribuirles intencionalidad” escribe el autor de “No te asustes, es el espíritu de Max Weber que viene a visitarme” como desdiciéndose de exiguas técnicas ajenas y posiblemente abandonando también la forma inteligente en que esos días ha apreciado más los reparos que los elogios de algunos colegas a su personal visión de la implantación del programa de Bolonia en la universidad española. ¿Pero por qué “noruega”?
Si Coyná está en lo cierto (1) , precisamente la elección de “noruega” tiene que ver con las connotaciones positivas, blancas, desarrolladas, pacíficas de ese país que otorga cada año con despreocupada incoherencia el premio nobel de la paz. Como es sabido, precisamente en 2011, año de producción de estos curiosos aforismos, el Reino de Noruega se clasificaba como el país con más alto índice de desarrollo humano del mundo (0.943). A pesar de su claridad semántica y sus acostumbrados préstamos inconscientes, como el resto de aforismos en Word, tampoco estos parecen sometidos a una severa depuración ni siquiera a una mínima recomposición como sugiere (puede que con tan excesiva como falsa insistencia) la nota preliminar o meta-aforismo (aforismos que se deshinchan). No hay aquí ni felices invenciones sintácticas, ni aparece el color naranja, ni palabras informes, ni da el bloguero el coñazo con Wendy Morgan, ni cansan sus reversiones de frases, ni desfila inopinadamente su conocido cariño por los libros de Bohumil Hrabal, ni hay pleonasmos, ni G., ni coloquialismos hollywoodienses como los que aparecían (así sobre todo en la sección III, o sección “oh, Gene Terney”) apareados con promiscuas concordancias verbales junto a altivos, obsesivos enclícitos y espaciamientos cívicos de intención obviamente lírica. ¿Hubo de escoger el bloguero el título de la selección debido precisamente a una carencia? ¿Estamos ante una tan consciente como exagerada falta de suciedad, artificial ausencia de lo deforme y de lo estrafalario, lo alto, lo sano, lo limpio, profiláctico estandarte de este nórdico país…?
Sabemos que Cívico estuvo en Noruega a principios de los noventa. El autor hubo de visitar el país conduciendo desde la costa levantina el Peugeot 106 de su hermana, trasbordado, registrado, cacheado tantas veces como tuvo que cambiar moneda (cabe recordar que en las fechas en las que el bloguero llega al puerto de Oslo, ni la moneda común ni la telefonía móvil habían asolado todavía Europa) el autor de los aforismos visitaba anonadado, el corazón abierto como un plato, los mercados hortofrutícolas del viejo continente. No, no se nos oculta que Cívico comenzaba a trabajar por entonces en el departamento de publicidad de una revista valenciana especializada en frutas y verduras. El periódico, con oficina junto al desaparecido cine “metropol” y letras times new roman despidiendo el hermoso intento de ilustrar a la burguesía agrícola valenciana, comenzaba a mandar con asiduidad a un joven bien educado, piel cetrina y mirada aniñada a recoger inserciones publicitarias al norte de Europa. La llegada de Cívico a la costa noruega coincidió, y reseñamos este dato sin malicia, con el enésimo robo de la histriónica y sobrevalorada pieza de Munch. Por lo demás, sabemos también por Coynà que no fue precisamente el nervioso trazo del expresionista sino más bien el enérgico acabado de la obra de Adolf Gustav Vigeland lo que le hubo de cautivar para siempre. En efecto, la contemplación fría y nocturna del trabajo del escultor de Mandal en el interior del Frognerparken, afectó emocionalmente al bloguero al punto de conocerse todavía hoy su incomprendido afán de pedir a los taxistas valencianos esos días de fallas: “corra, lléveme rápido al parque de Vigeland”.
Escultura en el Parque de Vigeland, Oslo, Noruega
Pero la pregunta sigue siendo pertinente ¿por qué Noruega? ¿por qué una selección noruega?
La redacción apresurada de estos aforismos permite suponer que al menos algunos de ellos surgen como una reacción. Precisamente en las fechas de la concepción de estos aforismos Cívico confiesa en la polémica entrevista con Conyà, la profunda (deep), desasosegante, perturbadora impresión que le causó aquella profesora limpia, alta, altiva y exitosa que hubo de conocer en la Universidad Católica de Malta, Clara Zerda Lightmore. Seguidora, hasta la beatitud del cine de Mel Gibson, del AC Milán, de la escuela económica de Chicago y de la mili brava, Zerda, hija de un iusnaturalista gaditano de acento cerrado profundo admirador de la generación perdida, traductor aficionado de Scott Fitzgerald y de una madre aparentemente sorda, Zerda, decía, exponía ante un seminario maltés de hombres tan maduros como entregados las claves de una particular hermeneútica de lo oscuro, exponía Zerda la solución de los secretos del texto, mientras el bloguero ahora dormitaba, se colocaba ahora inadvertidamente unos ligerísimos auriculares recuerdo del tren de Helsinbor a Helsingor y escuchaba con expresión alelada, la cabecita y los pies yéndose de varas, “the house that heavens built” el potentísimo tema de los Japandroids, clamaba Zerda mientras tanto contra el peligro de la socialdemocracia y en general del derecho, de los derechos, afirmaba Zerda la bondad intrínseca del ser humano, la belleza de Mel, el inmoral activismo de la ONU, dejaba entrever la investigadora el desconocimiento del documentalista alemán Werner Herzog y de la novela de Gustave Flaubert, manifestaba Zerda entre aplausos, nudillos gopeando rítmicamente la mesa, haber tenido siempre entre sus manos la verdad, no tu verdad, daba a conocer al auditorio Zerda el por qué de enchironar precisamente al yonki, leer la verdad del texto y enchironar a continuación a esa mujer en concreto, al extranjero malo sobre todo, y de nuevo, tras consultar, leer, interpretar y sacar la verdad del texto, volver nuevamente a la oscuridad de la glosa y sobre el yonki, concentrarse, observar, presionar, detener, enchironar de nuevo al yonki y a la mujer pobre, extranjera, mala y yonki, confesaba Zerda sus dudas sobre la redondez del globo terraqueo y la existencia mamífera del delfín, dudaba Zerda de la necesidad del impuesto, de la gravedad y del número 56, dudaba que fuera cierto que la gente sube fotos de su propia cena a facebook, que se digan entre ellos, los unos a los otros, "grande", "figura", "crack" o "eres un crack" y "en relación a" (en lugar de "en relación con" o "con relación a") o que haya personas que entierran las colillas de sus cigarros en la playa, relativizaba Zerda la miseria, la influencia de la vida en la obra de Dostoievski y la legibilidad de la filosofía de Hume. Ya en el terreno propiamente jurídico ponía en cuestión la investigadora la misma existencia física, real, histórica y no meramente hipotética de alguien que habría escrito bajo el nombre de Kelsen, concluía Zerda diciendo que concluía, que estaba ya concluyendo, afirmaba Zerda la existencia del porvenir, lo buenos que están los pescaitos y que Sevilla tiene un sabor especial, que era un placer escucharse a sí misma. Ovación. Zerda había cautivado a todos.
Al parecer cuando finalmente el bloguero se vio obligado a quitarse los cascos y dirigirle algún comentario gracioso a modo de saludo o de despedida ésta aún tuvo tablas, el organizador ya tomándola del brazo, para rebatirle a Cívico con relampagueante virulencia la conveniencia de dejar fumar en los afters, el genocidio armenio, la posibilidad del que el pasado estuviera en continuo movimiento, el misterio de la música, el principio de progresividad fiscal, el caracter voluble del amor, el devenir vertiginoso del tiempo.
Yo mismo, Osorio, querría pues aportar esta escueta pero creo que profunda entrevista con la hermenéutica señora Lightmore a fin de clarificar o al menos lanzar algunas hipótesis de indudable interés sobre el noruego título de la sección. La entrevista forma parte de un proyecto europeo de la propia Zerda: ha sido financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación theo-der I+D+i+th y asimismo se beneficia de un estancia de investigación de la investigadora, valga la redundancia, en la Universidad de verano de la Playa de Rio de Janeiro a cuyo personal quiere agradecer Zerda desde aquí su más profunda gratitud y de paso saludar ¡ey a ver si nos vemos la próxima vez!
Orlando Osorio: (incorporándose levemente de la silla) Hola Zerda (pedo)
Zerda Lightmore: (risas) (otro pedo) (más risas)
Orlando Osorio: ¿Qué coño es eso que llevas entre los brazos?
Zerda Lightmore: ¿El qué? ¿Esto? Un gato que se ha colado en mi keli.
Orlando Osorio: umh, ajá… “Vivir la vida como un proceso de extranjerización como habitando un lunar en vuestra menguante superficie de piel sin tatuaje” ¿qué te parece?
Zerda Lightmore: ¡Joder! Me ha arañado. Puto cabrón. Me dan asco los gatos. Qué tatu tan guapo.
Orlando Osorio. ¿Te mola? Me lo he hecho en la pantorrilla, ahora me toca acortar todos los pantacas y eso que empieza a hacer algo de rasca.
Zerda Lightmore: Descarao. ¿Y eso? ¿Qué es eso que llevas en la mano? ¿Es un gato?
Orlando Osorio: ¿El qué? ¿Esto? Esto no es un gato Zerda, esto es un libro.
Zerda Lightmore: ¿Lo qué?
Orlanda Osorio: Un libro Zerda pero achanta el mirlo un momentito que le voy a preguntar al gatito (risas): Gatito, ¿qué semejanzas puede haber entre Noruega y Cívico, el bloguero?
Gato: La valoración del bienestar social, haber llorado ambos por los que mueren solos y de repente en una isla (los noruegos por los asesinatos de Utuya el verano de 2011, el bloguero por el último capítulo de Lost), la familiaridad con el aire glacial, el propósito que subyace al nynorsk ("nuevo noruego") esa suerte de lengua artificial que quiere reunir, armonizar la mayoría de las formas dialectales del país, la participación activa/pasiva en "La cosa", la excelente película de John Carpenter, de nuevo el afán conciliador, unidor, armonizador, felicitante, la valoración de la paz hasta el punto de premiarla, la infantil afición exploradora, el propósito de ir muy lejos, la curiosa marcha que tenían Amundsen, Nansen y Heyerdahl, soñar a menudo con el agua muy negra y la luna muy blanca sobre la playa de Bryggen, reclamar con insistencia un territorio en la Antártida: Noruega la Dronning Maud Land (Tierra de la Reina Maud) el bloguero, un terreno, cualquier terreno, a ser posible lejos de todo, lejos de todos, también de los noruegos.
(1)
COYNÁ, Che, “A light in a Norwegian Wood”, in A Word on the words: on Civico´s aforismus, Fondo de Incultura Económica, trad. C. Z. Lightborne, México, 2012, p. 47 y ss.
(2)
El índice de desarrollo humano (IDH) es un indicador del desarrollo humano por país elaborado por el Programa de las naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) Se basa en un indicador social sa en un indicador estadístico compuesto por tres parámetros: vida larga y saludable, educación y nivel de vida digno.
Lo peor de la expresión “opinión pública”, como de la palabra “pueblo”, es su expresividad excesivamente metafórica
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Las drogas tienen un depurado sentido de la justicia restaurativa: te quitan exactamente en la misma medida en que antes te habían procurado
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ius limitum: como en el desagradable juicio del rey salomón, la auténtica madre de la constitución, de una Grundnorm no meramente hipotética, esto es, de la constitución como momento autopoiético, como “magma de significado” al confuso decir de Castoriadis, es, seguramente, el grupo social que más ha cedido en la consecución de un consenso (por supuesto más allá de la forma en que se hayan cohonestado posturas contradictorias)
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La justicia tiene que ver con el odio pero no necesariamente con el odio al adversario, al contrario, a la otra parte en el juicio…
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Las historias tristes nos hacen llorar, incluso si están escritas en inglés: so… have I been blind? have I been wrong all this time?
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Habitamos siempre un anacronismo
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Hay algo extremadamente peligroso en pensar que es más fácil seducir a una mujer fea que a una mujer muy hermosa
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La tragedia, pero también la comedia, se inicia con la primera constancia de nuestra incompletitud
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Homogenización contra hegemonía: la conjura de los orates frente al líder malogrado
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En lo que toca a la descripción de la avaricia, de la gran avaricia, la verdad siempre resulta demagógica
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Creo que Kundera tenía razón cuando escribió que los amores son como los imperios que cuando desaparece la idea sobre la cual han sido construidos, perecen ellos también. Algo bueno tenía que tener, en fin, nuestra extraña, combatida, inquietante naturaleza de bárbaros
Jesús GARCÍA CÍVICO, Aforismos en word, poemas con autorreverse, Valencia, 2012
Flotar sin esfuerzo, innecesaria, inútil, elegantemente sobre la muerte como un buitre disidente
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Allá donde se conoce mejor la muerte que la ley el uso de la razón es otra forma de insensatez
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Improbable verbalización de una matrona: hete ahí otro nacimiento desposeído, los primeros instantes de otro dassein
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A menudo buscando las llaves para salir de casa se encuentra uno otra cosa que había extraviado mucho, mucho, mucho tiempo atrás ¿o es que sucede al revés?
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Vivir la vida como un proceso de extranjerización como habitando un lunar en vuestra menguante superficie de piel sin tatuaje
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¿Cuántas reglas deben cambiar para que podamos decir que también el juego ha mutado?
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Cuando te acercas demasiado a una mentira, la ley de la gravedad también trata de engañarte
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Prometo que no es cierto que escuché en el velatorio de un de cuius hereditate agitur bastante adinerado el lapsus “los herederos hambrientos rodeaban la capilla al dente”
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El mio es un país lleno de ira y de envidia donde la gente dice redundantemente “hacer obras” y los que fuman lanzan, lamentablemente más con dejadez que con desprecio, todas las colillas al suelo
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Descubrir que todos los conceptos tienen “carga” es una señal de lucidez, la chifladura viene al atribuirles intencionalidad
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Sobre el dimorfismo sexual (sólo un apunte): en la mayoría de las especies de reptiles y de aves rapaces las hembras son más grandes que los machos. Es sabido que en el caso de los mamíferos suele ocurrir al revés, por lo demás y en lo que respecta al hombre (en tanto que individuo de la especie homo sapiens) al margen del lugar externo o interno donde se colocan sus órganos sexuales, parece ya demostrado que la codicia del macho es igual que la codicia de la hembra y que los individuos pelirrojos no actúan de manera sustancialmente distinta
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Suelo llevarme un libro al supermercado por la misma razón que cojo una chaqueta las tardes de verano, no me resulta posible dejar de entrever la potencial hostilidad de los lugares comunes, esos territorios sólo aparentemente pacíficos
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La petulancia de la clase dirigente no es nociva para la sociedad en su conjunto mientras ésta vigile su nivel y la primera no la combine con dosis excesivas de ignorancia
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Después de ver un documental sobre la situación de los enfermos mentales en África (los olvidados de los olvidados) he de vencer la tentación de ir a desafiar muy seriamente a las olas del mar (allá donde dicen que todo ha principiado): ¡como me salpiques te mato!
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Su currículo crece a medida que escribe currículos cuando en realidad debería suceder al revés. Debería suceder sólo al revés
Jesús GARCÍA CÍVICO, Aforismos en word, poemas con autorreverse, Valencia, 2012
nota general (nota de la sección "aforsimos en word"): aclaración, flexible-aforismo-prólogo o meta-aforismo (de los aforismos que se deshinchan):
leerá un improbable lector que aquí se dice “aforismos en word” y creo que debe darse una explicación ¿una justificación? Dejemos de entrada algo claro: que el aforismo sea en word no apunta nada bueno (el tipo de aforismo que acaso habrán leído aquí no presume de ser en word, qué va). Señala de éste en todo caso una falla, una merma, un menoscabo, el tono huidizo del texto al acabado (lo contrario del aforismo pensado de modo más ortodoxo): la imposibilidad de atrapar perfectamente y para siempre un pensamiento, un estado de ánimo. Aquí el aforismo acepta, quizás mejor confiesa, haber sido editado o procesado mecánicamente, como word o como suele decirse en “word”
el propio editor de textos, hospitalario como sabrá el lector y el usuario, a la continua revisión, a la sustracción, pero también a la adicción, al cambio en definitiva y hasta la nausea, es su fisura. Dicho de otra forma ¡por ahí pierde aire! ¿Qué aire? Su aire de aforismo. Es precisamente por ahí que pierde su aire de aforismo