sábado, 3 de diciembre de 2011

¡Demasiada soledad!

   
Millás, Juan José, La soledad era esto, Destino, Barcelona, 1990.

Diario de lo cotidiano: la soledad de Elena Rincón: 
Yo creo que su verdadero libro sobre la soledad es la más inspirada "Cerbero son las sombras" (1975)




¡Menuda soledad la de Auster!
Paul Auster, The Invention of Solitude, 1982

La soledad del cuarto del número 6 de la calle Varick es fascinante.


Pero mi soledad preferida es la de Hanta el personaje de Bohumil Hrabal (escritor, doctor en derecho y extraordinario alimentador de palomas). Hrabal, Bohumil, Prílis hlvoná samota, (1976). Hrabal al parecer afirmó que había vivido para escribir esa obra. Su soledad la tradujo aquí Monika Zgustová.


Bohumil Hrabal, Una soledad demasiado ruidosa, (1976), Destino, Barcelona, 2001, trad. Monika Zgustova, 2001.


Siempre que he ido a Londres por trabajo me he llevado un libro porque luego recuerdo el libro junto al lugar donde lo he leído. Por eso cuando puedo busco lugares donde leer algunos libros, porque sé bien que ese doble recuerdo (el del libro, el del lugar donde se lee) se queda mejor grabado en la memoria. ¡Así puedes volver a él con más detalles!



Había madrugado mucho para estar puntual en la cita de trabajo (los últimos veinte años he ido a Londres a vender cosas: anuncios de frutas y verduras, azulejos, o cuadros de un pintor amigo mío: Orlando G. Osorio) y el día había sido largo y estaba a punto de acabar la tarde, había visitado una galería muy estirada. Todo había ido bien.

Como estaba acerca de Hoxton Square me dio tiempo a entrar al White Cube de Hoxton Square, pero ya no sé (¡no lo recuerdo!) qué vi exactamente allí: ahora años después sólo quedan apuntadas en la contraportada del libro que he abierto esta mañana después de desayunar viejas direcciones y teléfonos de trabajo (¡menuda mala costumbre!) y el nombre de las calles donde se esconden algunos graffitis de Banksi y quedan también subrayados algunos pasajes de esa novelita de Bohumil Hrabal que llevaba en el bolsillo. "Una soledad demasiado ruidosa": son sobre todo pasajes donde aparece  la gitanilla a la que tanto amó aquel hombre que hacía treinta y cinco años que trabajaba en una trituradora de papel.
Marqué también las páginas donde aparecían rincones de Praga en los que no me he detenido. Praga, esa ciudad siempre fascinante que creo conocer bien. Hize una cruz en los diálogos del autor con Novalis, Nietzsche, Kant o Lao-Tse y en algunos fragmentos de las hojas que hacían compañía a Hanta.

Subrayé también la primera vez que la soledad se puebla (se hace ruidosa).

Es esta:
"A veces me quedo dormido, encogido de ese modo, hasta medianoche y, al despertarme, levanto la cabeza y me doy cuenta de que tengo el pantalón empapado hasta la rodilla, es la saliva de haber dormido acurrucado como un gatito en invierno, como la madera de un balancín, y es que ya no puedo permitirme el lujo de abandonarme porque nunca estoy abandonado, estoy solo para poder vivir en una soledad poblada de pensamientos, porque yo soy un poco como el Don Quijote del Infinito y de la Eternidad y la Eternidad siente predilección por la gente como yo".

Bohumil Hrabal, Una soledad demasiado ruidosa, (1976), Destino, Barcelona, 2001, trad. Monika Zgustova, 2001, p.17.



White Cube, Hoxton Square



White Cube

Hoxton Square


In April 2000, White Cube, Hoxton Square was set up as a second, larger gallery space in London’s East End. Housed in a 1920s light industrial building, and designed by architects MRJ Rundell and Associates, White Cube Hoxton Square has 2000 square feet of uninterrupted exhibition space.






It feels like I´m everywhere
(Valencia, 2011)

Ideo el día con violines
en jardines, con adagios,
y alegría dieciochesca.
Ideo el día con historias libertinas.
Leo varias veces el librito del sobrino
de Rameau.
Agrego al mundo como amigo a Facebook.
Recreo, indulgente todo lo acaecido.
Mezclo de nuevo nuestras lenguas
como hacen ahora los poetas a la moda
(everywhere).

Pero en el parque se sientan siempre junto a mí
las palomas de Hrabal, la pereza y el olvido.
Y cuando se hayan ido
del día ideado los violines
advertiré su sordina, su afonía.
Su inminente renuncia en mi presencia.
Esto es, quedará patente que se escapan
precisamente por estar yo allí.

Everywhere
It feels like I´m everywhere

Cae la noche.
Negocio entonces a la baja,
redimido por el sueño,
la pretensión febril de transformarme.

Jesús G. Cívico (2011)
Copyright. 2011





Millás, Juan José, La soledad era esto, (1990), Destino, Barcelona, 1990.
Auster, Paul, La invención de la soledad, (1982), traducción: M. Eugenia Cioccisini. Edhasa, Barcelona, 1990. 
Hrabal, Bohumil, Una soledad demasiado ruidosa, (1976), trad. Monika Zgustova, Destino, Barcelona, 2001, 2001.
http://whitecube.com/about/
Recomended: Vila-Matas, Enrique, "Un día hay vida", El País, 29/05/2010 disponible en http://www.elpais.com/articulo/portada/dia/hay/vida/elpepuculbab/20100529elpbabpor_38/Tes











2 comentarios:

  1. La soledad universal vista a través de estas espléndidas novelas.Yo añadiría también a Robert Walser el hombre que quiso desaparecer,incluso,dentro de su escritura.

    Lo dicho:excelente blog.

    Un cordial saludo.

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  2. Es cierto la soledad es un sentimiento universal. La de Walser sin duda da para muchas entradas, aquí busqué sólo algunos títulos muy explícitos que incluyeran la palabra "soledad", gracias de nuevo!

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